Mudarse a un nuevo hogar es mucho más que trasladar cajas de un lado a otro. Es un cambio de vida, una oportunidad para empezar de cero, y te recomiendo que lo encares como una aventura y un aprendizaje, evitando estresarte.
Si te toca enfrentar una mudanza, acá te dejo consejos prácticos y reflexiones para que sea lo más llevadera y armoniosa posible.
Nuestra Experiencia
El sábado pasado nos mudamos bajo condiciones que nos pusieron a prueba: nevaba mucho y hacía -10°C, con un viento que te hacía sentir aún más frío. Un amigo ya nos había advertido que sería complicado, pero subestimamos la situación
Aprendimos algo clave: en una mudanza, la ayuda de amigos es fundamental, ¡y si podés evitar que sea en invierno, mucho mejor!
Nos dimos cuenta también de que habíamos acumulado demasiadas cosas. Durante nuestro viaje a Japón, vivimos el minimalismo y entendimos que no necesitamos todo lo que los influencers muestran como “indispensable”.
Solemos evitar compras innecesarias, nos sorprendió descubrir que teníamos guardados objetos que no usamos hace más de un año. Ahora tenemos una meta clara: vender, donar y reciclar todo lo que podamos.
Esta mudanza también marcó el inicio de una nueva etapa. Decidimos mudarnos a un lugar más chico: un pueblo tranquilo, una casa más compacta y con gastos más bajos. Aunque surgieron algunos inconvenientes iniciales con la casa que alquilamos, con diálogo y buena onda con la dueña, resolvimos todo de la mejor manera.
- Planificá con Tiempo
La clave para una mudanza exitosa es la planificación. Hacé una lista detallada de todo lo que necesitás hacer: desde notificar el cambio de dirección hasta empacar cada habitación. Dividí las tareas por semanas para que no se te acumule todo al final.
- Limpiá por cuartos
Empezá con tiempo y enfocáte en uno o dos cuartos por fin de semana. Organizá todo en tres pilas: “me lo quedo”, “lo dono” y “lo tiro”. Este proceso es liberador y te ayuda a empezar la mudanza más liviano.
- Contactá a Tus Proveedores de Servicios
Asegurate de coordinar el cierre de servicios en tu casa actual y programar la conexión en la nueva. Esto incluye:
- Tratamiento de aguas y aguas residuales
- Servicios de internet y cable
- Electricidad
- Gas natural o garrafas
- Seguro de propietarios o inquilinos
- Etc
- Avisá si sos inquilino
Si alquilás, notificá a tu propietario con la suficiente anticipación. Generalmente, se requiere un aviso de 30 a 90 días, dependiendo del contrato y las leyes locales. Revisá bien tu contrato para cumplir con lo estipulado.
- Depurá antes de empacar
Mudarte es una oportunidad ideal para deshacerte de lo que ya no necesitás. Antes de meter todo en cajas, evaluá cada cosa. Preguntate: ¿esto me sirve realmente? ¿Lo usé en el último año? Si la respuesta es no, pensá en donarlo o reciclarlo.
- ¡Etiquetá todo!
Después de la mudanza, vas a agradecer haber marcado las cajas o bolsas con el nombre de la habitación de destino. Esto hace más fácil la descarga y el desembalaje. Usá cintas de colores o etiquetas adhesivas para organizarte mejor.
Por ejemplo, para los libros usé bolsas reutilizables con no más de 20 libros cada una, así eran fáciles de levantar y llevar. Con las cajas es fácil pasarse de peso, y transportar eso es un bajón.
La ropa la puse en valijas, las zapatillas en cajas y lo que me pareció genial fue meter toda la ropa con perchas dentro de bolsas grandes, ¡perchas incluidas! Solo fue cuestión de descolgar y volver a colgar.
Extra: Prepará una “caja de supervivencia” con lo esencial para los primeros días: ropa cómoda, artículos de higiene, algo para picar y documentos importantes.
Además, dejá lista una caja con lo necesario para cocinar y comer: una olla, platos, vasos y cubiertos para cada miembro de la familia. Nosotros nos olvidamos de esto y terminamos comiendo con utensilios de cocina porque no encontrábamos los cubiertos ni las ollas. Todo se resolvió con un poco de humor y la ayuda de los nuevos vecinos.
- Organizá un espacio para las cajas
No dejes que un montón de cajas te opaque las ganas de empezar una nueva etapa. Antes de la mudanza, designá un lugar cómodo y accesible para apilar las cajas. Tené a mano cinta de embalar y herramientas como tijeras, papel de diario, engrapadora, etc.
- Limpiá en profundidad antes de organizar
Limpia bien tu nueva casa antes de colocar todo. Así, cuando llegues, solo tenés que abrir cajas y guardar. ¡Te ahorrás mucho trabajo!
Eso sí, si te pasa como a nosotros y la casa se llena de barro y nieve al ingresar los muebles, no te preocupes. Es fácil de limpiar y los rincones más profundos ya estaban impecables.
- Organizá tu electrónica
Si no sos muy experto en tecnología, sacá fotos de cómo están conectados tus aparatos electrónicos. Esto hace que reconectar todo sea más rápido.
Leí este consejo en algún lado y me pareció muy logico pero no lo seguí. Todo lo que es electrónico y conexiones lo manejó Pablo, porque se le da fácil y le gusta hacerlo.
- Involucrá a toda la familia
Si tenés hijos, hacelos parte del proceso. Aunque soy bastante quisquillosa y me cuesta delegar, los chicos vivieron el caos inicial y entendieron lo complicado que es acumular cosas innecesarias, incluidos sus juguetes. Esto les dio un pantallazo del impacto de tener tantas cosas.
Nota especial: Si te mudás con chicos chicos, llevá una mochila con juguetes favoritos y algo que les dé confort. En nuestro caso, los chicos se quedaron en casa de amigos que los cuidaron. Coincidió con el cumpleaños de su amiga, así que hicieron una pijamada y la pasaron genial.
- Aceptá la imperfección del proceso
Las mudanzas rara vez salen como uno las planea. Puede que algo se pierda, se rompa o que no te alcance el tiempo. Abrazá estas pequeñas imperfecciones como parte de la experiencia. Nosotros terminamos empacando las últimas cajas sin mucho criterio y todavía no encuentro todos los cubiertos. Además, al desempacar, me pregunté varias veces por qué llevé ciertas cosas que podría haber donado antes.
Reflexión: Mudarse es un recordatorio de que la vida está en constante cambio. Lo importante es adaptarse y mantener la calma.
- Celebrá tu nuevo comienzo
Cuando todo esté en su lugar (o al menos lo esencial), celebralo de alguna manera. Puede ser una cena sencilla en tu nuevo hogar, un paseo por el barrio o simplemente una pausa para disfrutar este nuevo capítulo.
Mudarse es un desafío, pero también una oportunidad para crecer, conectar y renovarte. Con un poco de planificación y paciencia, podés transformar tu mudanza en una experiencia enriquecedora.
¿Y vos, qué consejos tenés para hacer una mudanza más llevadera? Compartí tus experiencias en los comentarios. ¡Me encantaría leerte y aprender de vos!