Les comparto una actividad creativa para conectar con la naturaleza y registrar el año.
Cuando empezamos la etapa de deschooling con Felipe, fuimos preparando algunas actividades para registrar los cambios de días. Al no ir al colegio y tener una agenda estricta de actividades semanales, los días comenzaron a sentirse monótonos, especialmente porque Felipe estaba acostumbrado a un ritmo más acelerado.
Buscando formas de traer variedad e interés a nuestras rutinas, iniciamos un proyecto que ha transformado nuestra manera de observar el mundo que nos rodea: un registro diario de temperaturas que comenzó a principios de este año.
Este proyecto nos dio una nueva perspectiva sobre el cambio gradual de las estaciones y la belleza de los ciclos naturales.
Inspirados por las hermosas mantas tejidas que reflejan la temperatura diaria a través de hilos de colores, decidimos adaptar esta idea a un formato más accesible para nosotros.
Diseñé un cuadro especialmente para esta actividad, que organiza el año día a día y quiero compartir contigo para que puedas unirte a esta experiencia enriquecedora.
El concepto es sencillo pero poderoso: cada día registramos la temperatura máxima y mínima del lugar donde vivimos, realizamos el promedio de ambas y elegimos un color que las represente según una escala que creamos juntos.
Por ejemplo, los tonos fríos, como azules y verdes, corresponden a temperaturas más bajas, mientras que los cálidos, como naranjas y rojos, capturan el calor del verano.
Para facilitar esta actividad, acompañamos el cuadro con una guía de referencia que asocia un margen de temperatura con su color correspondiente. Esto nos ayuda a mantener la coherencia en el registro diario y también hace que el proceso sea más intuitivo.
Diseño del Cuadro
El cuadro que diseñé para esta actividad organiza el año de manera clara y estructurada. Cada mes tiene su espacio asignado, y cada día es un pequeño recuadro donde plasmamos el color correspondiente a la temperatura del día. Esta herramienta no solo nos ayudó a ser constantes, sino que también le dio a Felipe una forma tangible de observar cómo cambia el clima a lo largo de las estaciones.
Materiales Necesarios
Si quieres unirte a esta actividad, te invito a descargar el cuadro que hemos utilizado, disponible en al final del artículo. Solo necesitarás:
- Lápices de colores o marcadores.
- Una referencia diaria para la temperatura (puede ser una aplicación móvil o un termómetro). Nosotros utilizamos la aplicación Accuweather, que además tiene el registro anual. Esto resulta muy útil si te faltan algunos días o si decides comenzar en algún momento del año, como nos sucedió a nosotros, que empezamos en marzo.
- Un espacio donde exponer el cuadro y disfrutar de su evolución. Nosotros lo integramos en nuestra agenda diaria, la cual no habíamos utilizado tanto como esperábamos, pero poco a poco se ha convertido en parte de nuestra rutina.
Aprendizajes y Beneficios
Este proyecto no solo ha sido una manera divertida de explorar la naturaleza, sino que también ha fortalecido nuestros hábitos de observación y paciencia. A medida que el año avanza, el cuadro se convierte en una pieza única de arte colaborativo, llena de recuerdos y momentos compartidos. Felipe ha aprendido a identificar patrones climáticos y a hacer estimaciones sobre cómo será el día siguiente.
Lo que más me emociona es que esta experiencia no termina aquí. Felipe está tan entusiasmado con el proyecto que ya me ha pedido repetirlo el próximo año. Sin embargo, ha sugerido algunos cambios: quiere que registremos no solo la temperatura promedio, sino también la máxima y la mínima de cada día, para tener un panorama más completo.
Estoy trabajando en un diseño actualizado del cuadro que incluya estas modificaciones. Será interesante ver cómo evoluciona nuestra actividad con estos ajustes.
Por otro lado, estoy emocionada porque en 2025 planeo repetir esta experiencia con Leonor, una niña muy creativa, quien seguramente encontrará una forma de darle un giro más artístico a esta actividad.
Será una nueva oportunidad para explorar juntos las estaciones del año y conectar con la naturaleza a través de una actividad creativa y significativa. Estoy segura de que tendremos aprendizajes diferentes y momentos únicos para atesorar.
Una de las cosas que más me ha sorprendido de este proyecto es cómo algo tan simple como registrar temperaturas puede generar tantas conversaciones y aprendizajes. Ha sido una herramienta para hablar sobre ciencia, arte, cambio climático y hasta matemáticas.
En los días en los que olvidamos registrar las temperaturas, siempre podemos volver a ellas gracias a la tecnología, pero lo que realmente importa es la constancia y la intención que ponemos en esta actividad.
¿Te animas a crear tu propio diario de temperaturas? Es una forma hermosa de conectar con tu entorno y crear recuerdos en familia. Te aseguro que disfrutarás tanto como nosotros al ver cómo los colores del año se entrelazan en tu cuadro y al observar cómo algo tan aparentemente rutinario se convierte en un proyecto significativo.
Con la llegada de un nuevo año, este es un excelente momento para comenzar. Descarga el cuadro acá, elige tus colores y deja que la magia del clima y la creatividad hagan el resto. Si quieres complementarlo con el termómetro para tenerlo como guía, descargalo acá ¡Espero que esta idea te inspire y sea un puente para nuevas aventuras en familia!