¡HOT SALE! La cruda verdad sobre las compras Masivas

En la actualidad, la sociedad está inmersa en un ciclo de consumismo frenético. Existen muchos eventos de compras masivos que son muy populares en los cuales las ofertas y descuentos son aprovechados por los consumidores para garantizar ahorros significativos.

Entre los eventos más famosos tenemos el Black Friday, Prime Day, Cyber Monday y muchos otros dependiendo el lugar en que vivas. Mucha gente aprovecha estos momentos para comprar en desmedida regalos para las fiestas, ropa, electrodomésticos, etc.

Los consumidores son depredadores esperando el momento de atacar, me ha tocado leer en Whatsapp, Facebook, Instagram grupos formados con el único objetivo de compartir las compras, descuentos y gente preguntando qué está barato para adquirir.

La mentalidad de compra impulsiva se ha convertido en una especie de fiebre en la no se tiene en cuenta el impacto que provoca en el resto de la humanidad. En medio de este éxtasis de compras, los consumidores se olvidan de la sustentabilidad y la elección de productos amigables con el medio ambiente.

Ni hablar que para que los productos sean baratos a menudo se fabrican en países en vía de desarrollo donde las regulaciones ambientales y derechos de trabajo están menos regulados. Esto da lugar a prácticas de explotación que dañan tanto al trabajador como a los recursos naturales. ¿Alguna vez te has cuestionado cuál es el costo ambiental de esta época de rebajas?

El consumo excesivo y descuidado, genera un inmenso impacto ambiental. Imaginen que cada cosa nueva que compramos viene en sus envases desechables.

Si es electrónica, el aparato estará contenido dentro de una estructura plástica para garantizar que no se rompa en el traslado, una caja de cartón que contenga todos los accesorios y manuales, además esa caja está envuelta en papel film para asegurar que el producto en sí es nuevo y no fue manipulado posterior a su embalaje.

Ahora, si hablamos de ropa que se compra impulsada por ser tendencia de moda, cada prenda viene con su etiqueta, bolsa individual y su vida útil es mucho menor, por lo que generalmente se convierte en residuo textil rápidamente. Todo esto dentro de otra caja con más plásticos para su envío.

Con un poco de suerte todos los productos que compren llegarán en la misma caja de envío, pero si provienen de distintos almacenes, cada uno llegará en cajas individuales.No debemos olvidar el transporte y las emisiones de carbono. Las fábricas deben llevar los productos a las tiendas o almacenes y de allí a los hogares de los consumidores. 

Sin embargo, como consumidores tenemos el poder y la responsabilidad en nuestras manos. Aquí hay algunas alternativas y prácticas que podemos adoptar: 

Reflexión antes de comprar: Antes de realizar una compra, tómate un tiempo para pensar si realmente necesitas el producto. Espera unas semanas desde que surgió la idea de comprarlo. A menudo, descubrirás que la necesidad era impulsiva y desaparecerá con el tiempo.

Compra de alta calidad: Cuando decidas comprar un producto, busca la calidad en lugar de la cantidad. Los productos de mayor calidad tienden a durar más, lo que reduce la necesidad de reemplazarlos con frecuencia.

Explora opciones de segunda mano: Antes de comprar algo nuevo, considera buscar opciones de segunda mano en mercados, ventas de garaje o plataformas en línea de segunda mano. Esto no solo es más económico, sino que también ayuda a reducir la demanda de nuevos productos.

Apoya a productores locales: Si debes comprar algo nuevo, busca productos de productores locales siempre que sea posible. Esto no solo respalda la economía local, sino que también reduce la huella de carbono asociada con el transporte de productos de larga distancia.

Evita unirse a la fiebre de compras: No te dejes llevar por la emoción de los descuentos. Comprar algo simplemente porque está en oferta y terminará acumulando polvo o en la basura después de unos pocos usos no es sostenible.

Consumo consciente: Considera el origen del producto, su durabilidad, su impacto ambiental y la posibilidad de reutilización o reciclaje antes de comprar.

Claramente todos necesitamos producir y consumir, la manera en que lo hagamos es lo que generará la armonía con nuestro planeta y mente. ¿Cómo viven ustedes estas situaciones? ¿Qué otras alternativas practican desde su lado?

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