¿Son los pañales de tela realmente ecológicos?

El cuidado de un bebé implica una serie de tareas diarias, y una de las más frecuentes es cambiarle el pañal. En el primer mes de vida, un bebé experimenta alrededor de ocho cambios de pañal al día, sumando un total de aproximadamente 240 pañales en ese período inicial.

Este número se multiplica considerablemente a lo largo del primer año, llegando a un total de 2800 cambios de pañal para celebrar su primer cumpleaños.

Sin embargo, el impacto ambiental de esta práctica se vuelve aún más evidente al considerar que, en promedio, al lograr el control de esfínteres, un niño habrá utilizado alrededor de 6000 pañales desechables, que eventualmente terminarán en vertederos, contribuyendo así a la contaminación del medio ambiente.

Por otro lado, un bebé utilizará 20 o 30 pañales reusables desde su nacimiento hasta controlar esfínter. 

En la actualidad, los pañales desechables han evolucionado para convertirse en verdaderas piezas de ingeniería, siendo más delgados y ergonómicos que sus predecesores, algo que tranquilamente podemos comparar, ya que el primer pañal descartable aun está entre nosotros.

Aunque se destacan por su conveniencia, su impacto ambiental es innegable. Fabricados con plástico de polipropileno derivado del petróleo, un recurso no renovable, estos pañales son distribuidos en bolsas y cajas que generan una carga adicional al medio ambiente.

Además, el contenido fecal rara vez se desecha adecuadamente, lo que puede contaminar las aguas subterráneas cuando terminan en vertederos.

Una alternativa que ha ganado popularidad es el uso de pañales de tela reutilizables. Estos no solo son más económicos a largo plazo, sino que también presentan ventajas ambientales significativas. Al ser lavados y reutilizados, generan menos residuos y requieren menos embalaje y transporte.

Además, la materia fecal puede eliminarse de manera adecuada en el inodoro, contribuyendo así a un proceso de tratamiento más efectivo en las plantas procesadoras de aguas residuales.

¿Cómo y de qué están hechos los pañales?

Electricidad, agua y materia prima. La materia prima de los mismos serán especificas para el tipo de pañal. ¿Cómo elegir la mejor opción para nuestros hijos, nosotros y el planeta?

Tanto los pañales desechables como los reutilizables de tela tienen sus pros y sus contras. Los pañales desechables, a pesar de generar una mayor cantidad de residuos, requieren menos agua en comparación con los pañales de tela, que deben lavarse después de cada uso.

La elección entre ambos tipos de pañales también involucra consideraciones sobre los materiales utilizados. Mientras que ambos contienen algodón, un cultivo que a menudo implica el uso de químicos y gran consumo de agua, algunas opciones de pañales de tela están fabricadas con fibras naturales más ecológicas, como bamboo o cáñamo.

Estas fibras son sostenibles, absorbentes y se regeneran rápidamente, contribuyendo así a un impacto ambiental más positivo.

Ambos pañales necesitan agua para su producción. En el caso de los reusables serán lavados posterior a cada uso, lo que representa 3 cargas completas de lavarropas adicionales por semana. Lavados que consumen electricidad, agua y detergentes que impactaran en el ambiente.

En algunos países  por sus climas extremos, es necesario sumar el consumo de electricidad que representa su secado, ya que no es posible secarlos al sol en el exterior.

Sin embargo, al analizar el impacto ambiental en términos de contaminación por carbono, se revela que tanto los pañales desechables como los de tela pueden generar emisiones significativas.

Mi hijo utilizó 25  pañales de tela, luego mi hija y los mismos pasaron a un tercer niño y seguían completamente funcionales.

Un estudio del Reino Unido sugiere que los dos tipos de pañales emiten una cantidad similar de contaminantes, ya que los pañales desechables liberan gases durante su fabricación y desecho, mientras que los pañales de tela generan emisiones a través del consumo de electricidad y detergentes durante su lavado.

En el mismo estudio se comparan los gases emitidos durante la fabricación y desecho de los pañales descartables, y el impacto de los reutilizables debido a la cantidad de electricidad (generada con combustibles fósiles) y la liberación de detergentes durante sus lavados.

Según esto, ambos emiten una contaminación similar, cancelando así todos los beneficios del pañal de tela. Sin embargo, el estudio presenta diversas deficiencias, como un tamaño de muestra pequeño para evaluar cómo las familias lavan los pañales de tela, suposiciones sobre el uso exclusivo en un solo niño y la utilización de suavizantes, que, de hecho, no se utilizan al lavar pañales de tela, ya que estos afectan la absorción de las telas.

En última instancia, aunque ambos tipos de pañales tienen un impacto ambiental, los pañales reutilizables ofrecen una opción más sostenible. La clave para maximizar su beneficio radica en prácticas de lavado conscientes, realizar cargas completas a temperaturas bajas, utilizar detergentes biodegradables y secar al sol siempre que sea posible.

Además, la capacidad de re utilización de los pañales de tela, que pueden pasar de un niño a otro, destaca como una ventaja única que contribuye a reducir aún mas su impacto ambiental a lo largo del tiempo.

Written By